Tipos de bisagras

A pesar de ser uno de los elementos más comunes en hogares, presenta un mercado en expansión, especialmente, por las diferentes clases que cada vez se están diseñando y fabricando. Esta amplia gama sumada al desconocimiento generalizado respecto al funcionamiento de los objetos más simples y comunes, tiende a complicar al momento de reemplazar estas piezas al averiarse, o al instalar una puerta o cualquier otro mecanismo. La selección del tipo de bisagra adecuado está definida a razón de los requerimientos personales del consumidor y de las sugerencias de los cerrajeros profesionales de la zona. Pero como ya se mencionó hay una bruma de indecisión en torno a la selección de estas piezas, la cual se busca despejar por completo al disponerle al usuario de una guía o lista donde se incluyen los aspectos básicos relacionados a las bisagras, facilitando su elección adecuada para nuestro público.

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¿A qué se le llama bisagra?

Es aquella pieza generalmente metálica compuesta por 2 placas (ligeramente dobladas) debidamente acopladas mediante una barra cilíndrica guía, que posibilita la rotación de una respecto a la otra, asegurándolas en un todo. A pesar, de ser empleadas en varios contextos, usualmente son reconocidas por ser partes fundamentales de puertas y demás elementos de la cotidianidad. De la gran variedad en clases de bisagras se pretende destacar los siguientes:

Apertura de 180°

Es la clase más popular de bisagras fabricadas, debido a su simpleza la mayoría de los elementos de la cotidianidad la emplean en sus mecanismos. Puede estar constituida por diferentes recubrimientos metálicos o de aleaciones, ya sea zinc, latón, u otras sustancias.

Explícitamente se caracterizan por extenderse en forma libro, y acoplarse sin complicaciones a los marcos, por ello resulta tan conveniente para el mecanismo de puertas, gabinetes y demás muebles. Por lo tanto, para el usuario inexperto no resultan ser de ninguna complejidad considerable, obteniendo soluciones inmediatas.

Apertura de 180° reforzada

Similares a la previamente comentada, salvo que sus dimensiones son más extensas, condición clave que permite que esta deba ser acoplada mediante una cantidad considerable de tuercas, que abarquen su extensión. Esta disposición y sujeción es lo que atribuye su capacidad de soporte y resistencia. Sin embargo, la prolongación de sus dimensiones obliga, en la mayoría de los casos, a cortar ciertas porciones con el fin de adaptarla a lo que demanda la situación, en ciertos bastara con un simple corte de tijera, en otros puede que sea necesario una sierra para remover lo necesario.

Desacoplable

Es de los modelos de bisagras más versátiles en el mercado, ya ambas partes pueden ser removidas del eje sin necesidad de extraer los tornillos, facilitando en gran medida la labor de muchos. Sin embargo, no es usualmente empleada en la cotidianidad. El desacople se produce gracias que estas bisagras disponen de una especie de asegurador flexible, el cual al ser manipulado debidamente permite separar ambas placas de la bisagra.

Gozne

Bisagras de mayor complejidad en instalación, por lo tanto, el mecanismo funciona de manera eficiente y segura, sin embargo, para el inexperto, la dificultad es tal que puede resultar un martirio al momento ajustarlas a los marcos, por lo tanto, tienden a estar envueltas baja un carácter especializado y restringido; solo el operador experto dispone de la experiencia para realizar las instalaciones. Durante la instalación generalmente se emplean equipos o instrumentos que permitan nivelarla adecuadamente al marco, y según sea el método del operador estas bisagras pueden ser colocadas de diversos modos. Usualmente se pueden observar en puertas y ventanas.

Ocultas

A su vez llamadas bisagras invisibles, son piezas ideales para provocar la unión de dos secciones de madera y hacer que éstas se abran formando un ángulo de 180° entre ellas, al igual que un libro.

Doble dirección

Normalmente tienden a utilizar en aquellas puertas de doble dirección, es decir, aquellas que deben ser simétricas en ambas direcciones del movimiento de las masas, el ejemplo más representativo de estas bisagras, son las que forman parte del acceso a la cocina de cualquier local o centro culinario, donde el movimiento de los camareros puede resultar vertiginoso. Ambas hojas de la puerta se abren tanto para adentro como para afuera, para finalmente regresar a su lugar de equilibrio. A pesar de lo complejo que puede suponer, su instalación no conlleva ninguna dificultad si se dispone de espacio para el desplazamiento de las hojas de la puerta.

Ahuecada

Bisagra predominante en el entorno culinario de hogares, restaurantes, etc., domina completamente estos entornos, al permitir la apertura de estantes, gabinetes, entre otros muebles. Destacan por su practicidad y discreción, otorgándole esteticidad a las cocinas. Su mecanismo facilita dentro de muchas cosas, los esfuerzos para abrir gabinetes, ya que no requieren tanto trabajo para cerrarlos y pueden permanecer completamente abiertos si son extendidos lo suficiente, junto con la opción de ajustar estas características según las necesidades.

Como aspecto desfavorable destaca su difícil instalación en los marcos, ya que sus componentes han de quedar perfectamente ajustados y acopladas, además, una instalación inadecuada conlleva a que el mueble no puede abrirse o cerrarse por completo, de la mejor forma.

Comúnmente tienden a usar 3 tipos de bisagras de cazoleta: las rectas que se emplean solo si la puerta es externa al costado del gabinete. La súper acodada si la puerta está por dentro del mueble. Y la acodada en caso que la puerta sea intermedia al costado.

Existe un amplio margen de sub-clasificación para estas bisagras; estos son diseños que varían según las dimensiones de la misma. Para el usuario y operario es de importancia conocer a detalle las particulares de las mismas para poder atender adecuadamente cualquier inconveniente posible.

Superficiales

Casi iguales a las ahuecadas, contrastados por el hecho de no requerir de la acción de alisar la superficie para su instalación, por lo tanto, no presenta ninguna serie de inconvenientes para su establecimiento. A pesar de todo, todavía su uso no se ha generalizado, ya que la confianza que conlleva su manipulación no le ha valido lo suficiente para hacer con un lugar en los métodos más comunes; muchos son leales a las ahuecadas.

Para el operador inexperto con aficiones a la decoración de espacios comunes en viviendas, se le recomienda el uso de estas bisagras con el fin de provocar una mejor impresión visual, al aprovechar todas esas ventajas, especialmente en instalación.

Bisagras en U

Generalmente empleadas para soportar tenazmente cristales, gracias a su peculiaridad mecánica; ese componente característico en forma de U. Su instalación conlleva a que debe ser presionado y soportado considerablemente, impidiendo a la placa de vidrio desplazarse y terminando así por despedazarse, por ello se disponen de unas tuercas de sujeción. Completado el proceso, no se debe de preocuparse por que el vidrio, ya que, si las hojas se desplazan correctamente, el vidrio no tendría por qué caerse.

Resto de la clasificación

Como ya se ha comentado, el mercado de estos dispositivos está en expansión, por la versatilidad que implica estas piezas en numerosos campos, por ello, dada esta especialización, la variedad residual no mencionada, son de difícil obtención, ya que se deberá acudir a sitios especiales, generalmente relacionados a las industrias, para poder disponer de ellos, dado el caso del comprador.

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